La verdad es que tenía muchas ganas
de sacar esta entrada, pero por distintas circunstancias no había podido, sin
contar con que necesitaba sentarme a analizar el trabajo de Robin Hobb con ojo
crítico. Hará cosa de un año que tuve el placer y el honor de entrevistar a
esta autora norteamericana bestseller, pero mi intención es que la gente no se
quede solo con esa entrevista (que es fantástica, muchísimas gracias a Robin y
su intermediaria por concedérmela, es de esas cosas que jamás olvidaré) sino
que conozca el trabajo que esta sencilla y noble mujer ha logrado sacar a la
luz con gran esfuerzo y dedicación.
Yo comencé leyéndome «Las leyes del
mar» y después, «La trilogía del vatídico». Aunque cronológicamente debería ser
al revés (primero la trilogía y luego las leyes), lo cierto es que se puede
seguir la lectura sin ningún problema y de forma independiente.
Tengo que decir que Robin Hobb es…es
genial. El tono que utiliza en el Vatídico no es el mismo al que usa en Las
leyes, y esto, señoras y señores, no es nada sencillo. Darle un tono propio al
narrador de cada historia requiere de cierta maestría, porque es como decidir,
en una pintura, la base de colores o el tema que emplearás en un cuadro. Y
Robin da su tono propio a la Trilogía del Vatídico, de la misma forma en la que
da su propia musicalidad a Las leyes del mar. Las descripciones son sumamente
enriquecedoras, ilustrando mundos con los que ya podríamos estar familiarizados,
pero que al mismo tiempo tienen sus recovecos y elementos desconocidos.
Por otra parte, los personajes son
muy característicos. Palpables hasta poder imaginártelos parados al lado de ti,
con sus personalidades muy bien definidas e irrepetibles, sus propios ideales y
escala de valores, demonios internos, virtudes y defectos. De lo único que me
puedo quejar es que en «Las leyes del mar», me hubiese gustado ver de forma más
detallada la evolución del carácter de ciertos personajes, mientras que, en la
«Trilogía del Vatídico», esperaba más de Traspié. No especificaré qué porque
arruinaría la trama para quienes no han leído, pero sí, esos son los dos puntos
en los que he quedado un poquitito inconforme.
Pese a ello, la obra de Robin Hobb
en general se ha ganado el privilegio de estar en mi estantería de favoritos
(cuando la consiga en papel, que es igual a decir: «cuando tenga dinero xD»),
ya que su trama es original y refrescante, sin contar la investigación sobre
algunos temas que estoy segura respaldan su trabajo, un trabajo ante el cual no
puedo más que inclinarme y, ya siendo sincera, releer unas cuantas veces para
aprender, en otras ocasiones para volver a fantasear. Porque esta mujer ha
creado un mundo impresionante, con su propia religión, cuestiones políticas,
magia (¡Y qué magia!) de comercio…y entre todo esto mezcla aventura, tragedia,
romance, intriga…simplemente fascinante y admirable.
Solo me queda recomendarles que la
lean, porque de verdad que vale la pena.
¡Anímense a emprender un viaje en
una Nao rediviva!
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