Datos:
Título del libro: Posesión.
Autor: Richard Bachman.
Editorial: Debolsillo.
ISBN: 8497595947
Año de publicación: 2010
Número de páginas: 488
Sinopsis:
Transcurre una apacible tarde de
verano en Wentworth, Ohio. Como es habitual, en la soleada calle Poplar todo es
normal: el chico de los periódicos los reparte en bicicleta, los niños juegan
en las aceras, las barbacoas se preparan en los jardines y patios. Lo único
extraño es la furgoneta roja que hay aparcada en una esquina. El misterioso
vehículo no tardará en ponerse en marcha... y con él se desencadenará una atroz
matanza. Cuando la noche caiga, los supervivientes del vecindario se
encontrarán en un mundo pavoroso donde cualquier cosa es posible, en particular
la macabra posesión de las mentes y de los cuerpos.
Mi opinión:
Hay que ver con Stephen King…porque
sí, para los que no lo saben, Richard Bachman es un pseudónimo con el cual
Stephen King publicó unos cuantos libros. El caso es que este autor, aparte de
tener ideas brillantes, está medio loco. Cuando me enteré que «La larga marcha»
había sido escrita por un fulano que en realidad era King, bueno, me decidí a
leer todo lo que este autor había escrito bajo dicho pseudónimo. Así pues, pasé
por las páginas de «La larga marcha», «Rabia», «El juego de Gerald», «El
fugitivo» y, finalmente, «Posesión». De los cinco, los primeros dos han sido
reseñados en este blog, el tercero y el cuarto fueron brevemente comentados en
la entrada anterior y ahora, toca que hable del último título.
Antes que nada, todo el que planee
sumergirse en este libro tiene que tener en cuenta una cosa: King decidió hacer
un experimento con los personajes y la trama que gira en torno a esta novela.
Al mismo tiempo que publicó «Posesión», publicó también otra obra, esta, bajo
su nombre original, y titulada «Desesperación», sólo que dándole a los
personajes otros roles y cambiando un poco las situaciones que los envuelven.
¿Y por qué hago esta aclaración? Pues
porque para que no les pase lo que le sucedió a su servidora: yo me leí primero
«Desesperación», así que cuando agarré este libro no pude evitar que se me
formara un inmenso, gigantesco signo de interrogación, al ver cómo de repente
me aparecían personajes que yo daba por muertos, sin contar con situaciones de
lo más bizarras y bueno, que estuve
hecha un liazo hasta que me decidí a indagar al respecto, que fue,
prácticamente antes de hacer esta reseña, porque la verdad que estaba muy, muy
confundida. Primero pensé que «Posesión» era una precuela de «Desesperación»,
luego me dije que eso no podía ser, después pensé que se trataba de pura
mercadotecnia y que a los editores de King les había parecido bien sacar un
refrito…y por último, me dije que al
hombre se le había zafado un tornillo pero bueno, es King y él puede darse ese
lujo, ¿no?
Pero nanai, lo que sucede es que en
efecto, el escritor tiene uno que otro tornillo flojo, y decidió escribir dos
novelas sólo que haciendo un batiburrillo con sus personajes, escenarios y
situaciones. Yo a eso le llamo no tener nada qué hacer jajajaja, pero vamos a
perdonárselo sólo porque se trata de Stephen King.
La narración, en esta obra, no tiene
nada que envidiarle al resto de obras del autor, aunque si me pongo tiquismiquis
y la comparo con «Desesperación» (no me gusta mucho comparar, pero dada la
situación especial de este «experimento», tengo que hacerlo), creo que me quedo
con este último. Sin embargo, la ventaja aquí es que, en mi humilde opinión, la
narración es mucho más ágil, y no ahonda en tantos detalles como lo hace en
Desesperación, lo cual, podría significar mucho para quienes no les gustan las
descripciones largas, y prefieren algo más «diluido». Así es como definiría la
narración de este texto, rica pero sencilla, y recomendable para quienes buscan
algo ligero pero no por ello de mala calidad.
Los personajes…es curioso cómo
cambiarle el rol a un personaje puede afectar todo lo que es. ¿Qué digo?
Cambiar tan sólo la forma en cómo responde un personaje, aunque aparentemente
sea el mismo, hace que el personaje al completo cambie. Por eso, cuando alguien
me dice que al reescribir una novela la esencia de esta no cambia, me da por
reírme, y este experimento que King ha hecho es un buen ejemplo. Sí, los personajes
se llaman igual, y algunos tienen la misma profesión, incluso dos o tres son
una calca en ambas novelas, pero el resto dan un cambio de ciento ochenta
grados, aun y cuando la situación central (la posesión) de ambas novelas es la
misma. En lo personal me quedo con los personajes de Desesperación, quizá
porque fue la primer versión que me leí, o quizá porque siento que allí
estuvieron mejor trabajados…no sé, la cuestión es que aquí los personajes no terminaron de
cuadrarme, los sentí como poco cuajados, a veces irreales, a veces tan x que me
daba igual quién se moría y quién no. Hasta me atrevo a decir que ninguno me
llegó, ni siquiera aquellos que eran una calca perfecta de lo que fueron en
Desesperación.
La trama…aquí sí puedo decir que el
problema es mío: las tramas demasiado bizarras nunca me han gustado del todo.
Me pasó con «American Gods», de Neil Gaiman, entre otros tantos libros, y
Posesión tiene una idea tan loca y
estrafalaria que definitivamente, no me gustó. Si terminé el libro fue
porque las escenas sangrientas me tenían morbosamente enganchada, además de
que quería saber si al final mi enredo
cerebral se deshacía…cosa que no
ocurrió, jo. En pocas palabras, que sí, hay algo de poseídos en la novela, pero
me hubiera gustado que hubiese habido mucho más, no sé, me esperaba más por ese
lado, sin contar con que esa onda de las dimensiones alternas que se enfrentan
y sobreponen una encima de la otra me parece tan…tan bizarro, en especial,
cuando se maneja de una forma tan poco convincente como pasa en este caso. A
diferencia de «Desesperación», en donde todo tiene un por qué y en donde el
lector se entera de todo con pelos y señales, aquí todo queda en suposiciones,
en explicaciones medio embarradas, y eso me ha dejado un regusto más bien
amargo. Quizá se deba a que no soy del tipo de lectoras a las que les gusta que
le dejen cierta idea colgando en el aire, no, si se trata de los personajes
principales o los villanos. Eso, y que soy bastante racional… (Bueeeno, tampoco
tanto), por lo que la idea de posesiones mezcladas con dimensiones y
batiburrillo de personajes definitivamente, no me resulta un buen aperitivo.
Sin embargo, es probable que si en
un futuro retomo esta lectura desde una nueva perspectiva, tal vez le encuentre
un nuevo sabor. Por eso creo que si vas a sumergirte en cualquiera de las dos
versiones (Desesperación o Posesión) debes hacerlo con la idea de que King
decidió jugar con los personajes, los entornos y las tramas, y que cada una
tiene sus peculiaridades.
¿Recomendable? Creo que más que
recomendarlo, tengo que decir que me quedo con «Desesperación», aunque soy
consciente de que a muchísima gente podría gustarle más Posesión, tanto por la
narración como por la forma en la que está contada.
Así que nada, si quieres saber si la
pera o la manzana es más sabrosa, no te quedará más que probarlas, y si tienes tiempo después, me
cuentas con cuál te quedaste ;-)
PUES A MI ME GUSTO MUCHO, LO QUE SI EL FINAL ME DEJO COMO QUE NO ENTENDI. ESTA GENIAL LA IDEA DE LA REALIDAD VISTA DESDE EL PUNTO DE VISTA DE LA FANTASIA DE UN NIÑO Y MANEJADA POR UN SER MALIGNO, ES DE LOCOS.
ResponderEliminarSI RECOMIENDO SI HAY QUE EMPEZAR X UNA EMPEZAR POR "DESESPERACION" YA QUE "POSESION TIENE EDMASIADOS PERSONALES CON HISTORIAS PROPIAS Y CARACTERES QUE CUESTA LA LECTURA SI NO TE RECUERDAS LOS NOMBRES"