Datos:
Título del libro: Y pese a todo…
Autor: Juan de Dios Garduño
Editorial: Dolmen.
ISBN: 8493814318
Año de publicación: 2010
Número de páginas: 256
Sinopsis:
Durante el mandato del presidente
Obama, Estados Unidos tiene constancia de que Irán va a cometer un ataque
contra sus bases en territorio aliado. Ante la estupefacción del mundo entero
le declara la guerra. Rusia y China se alían con Irán; Gran Bretaña e Israel
con los americanos y, así, país por país, todos toman parte en la 3ª Guerra
Mundial.
En pleno enfrentamiento, y ante la
devastación que producen las armas nucleares, los rivales deciden utilizar las
armas químicas, más baratas y más fáciles de fabricar. Se crean nuevas cepas de
virus ya existentes, utilizando el ADN recombinante y extinguiendo así a casi
toda la población mundial.
En la ciudad de Bangor, Maine, sólo
han sobrevivido tres personas. Peter, su pequeña hija y Patrick Sthendall, su
odiado vecino. En una población totalmente nevada, gobernada por temperaturas
que bajan de los diez grados bajo cero, los dos hombres se enfrentarán a algo
más que al odio que sienten el uno hacia el otro. Unos visitantes con los que
no contaban…
Mi opinión:
Ya tiene rato que leí este libro, y
la verdad no fue para nada lo que yo esperaba. ¡Pero hey! No salgan corriendo,
porque afortunadamente, este libro no era lo que yo esperaba…sino que fue
mucho, mucho más.
«Y pese a todo» es más que una
novela de zombies. La verdad es que a los zombies se les ve poco, e incluso me
han parecido un pelín exagerados pero bueno, en este género hay que ingeniárselas
porque joer, pareciera que ya se ha visto de todo.
Pero vamos por partes: el estilo
narrativo del Sr. Juan de Dios es toda una delicia: concentrado pero sin caer
en lo tedioso, con descripciones más que ilustrativas, una excelente manera de
plasmar pensamientos y emociones de los personajes, en fin, que es toda una
joyita. Donde quizás flaquee sea en las escenas de acción, aunque tampoco es
como que cometa pecado en este campo, sólo uno que otro tropezón, compensado
por todo lo demás.
Los personajes son lo mejor de la
obra: sólidos, tan consistentes que casi se les puede palpar, con sus
respectivas personalidades, pasados complicados, qué digo, son tan complejos
como podría serlo cualquier ser humano, ni tan buenos ni tan malos, con sus
rencores, sus meteduras de pata, sus debilidades y su lado noble. Yo en lo
personal me he enamorado de Patrick, porque es todo un tipazo, cabroncete pero
también, con un inmenso corazón, que lucha por no repetir el patrón de su antepasado.
Es alucinante cómo el autor maneja a los personajes, yendo de pasado a presente
sin mayor dificultad, manteniéndote enganchado no tanto por el lado de los
zombies, sino por querer saber más acerca de los tres únicos seres humanos que
aún permanecen con vida.
La trama, como ya dije antes, gira
más entorno a las vidas de los personajes que a los zombies en sí. La verdad es
que esta variante de zombies me ha descolocado un poco, pero tampoco es como
que resulte inverosímil. Igualmente me parece un poquito irracional el que sólo
ellos tres quedasen en la ciudad, pero bueno, hay cosas que una les pasa a los
autores porque el resto de la novela es como una exquisita tarta de manzana,
imposible de rechazar.
Recomiendo esta obra para quienes
deseen ver más que zombies y sangre, algo más enfocado a la personalidad
humana, a la historia de tres personas que bien podrían ser nuestros vecinos, o
incluso nosotros mismos. Esta novela no sólo contiene adrenalina, sino también
lágrimas, sonrisas y un final que te dejará con una extraña pero satisfactoria
sensación en el pecho.
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