Datos:
Título del libro: Rabia.
Autor: Richard Bachman (Stephen
King)
Editorial: Debolsillo.
ISBN: 9788484508519
Año de publicación: 2002
Sinopsis:
Charles Decker es un adolescente de
18 años que sufre de esquizofrenia, al que quieren internar en un correccional
por agredir a un profesor con una llave inglesa, provocándole un grave
traumatismo craneal. Pistola en mano, y para que no lo encierren, secuestra a
su clase toda una mañana. Para que la situación sea más llevadera Charles les
cuenta parte de su infancia y su adolescencia; mientras, el ambiente empieza a
caldearse entre los alumnos, y pronto comienzan a atacarse verbal y
físicamente, contagiados de la demencia de Charles.
Mi opinión:
Después de una larguita ausencia,
aquí andamos, tarde pero sin sueño xD.
Hoy vengo con este librazo, que
aunque tiene sus defectos, ha pasado a formar parte de mi lista de consentidos.
No puedo afirmarlo rotundamente,
pero los libros que King sacó bajo este pseudónimo son de lo mejor que hay, con
todo el respeto que merecen el resto de sus obras.
La narración de esta novela es
sencilla y densa al mismo tiempo. Quizá para algunos pueda parecer demasiado
lenta, pero en mi humilde opinión King hace gala, en este texto, de una
maravillosa forma de narrar el pasado de alguien, no sólo porque el
protagonista va a contar su historia, sino porque hay espacios donde el autor
inserta fragmentos del propio pasado de Charles. Adjetivos breves pero tan
simbólicos, comparaciones escalofriantes con cosas tan comunes, sin contar con
que el ritmo de la historia es enganchante y de lo más ágil.
Sobre los personajes…son toda una
delicia, cada uno de ellos, en especial, cuando uno a uno se van
metamorfoseando y sacando sus partes más oscuras, más primitivas. La única pega
que pongo a esto es que a mi parecer, Charlie no tiene esquizofrenia, quiero
decir, sí que su conducta se sale un poquitín de lo aceptable y lo «normal»,
pero en ningún momento me dio la impresión de que mostrara claros síntomas de
una esquizofrenia como tal.
La trama…la trama es tan común, tan
casual, que lo cierto es que al inicio de la lectura tuve mis dudas, pero King
me sorprendió transformando algo tan x en una cosa impresionante, sólo hay que
ver el poder de manipulación que tiene el protagonista, y cómo de una u otra
forma influye en el resto de los personajes, tanto en los adolescentes como en
los adultos. Es impresionante. Aterrador. Y de nueva cuenta, no puedo más que
quitarme el sombrero ante el maestro del terror, porque aunque las últimas dos
obras que leí de él no me dejaron muy satisfecha («Cujo» y «El juego de Gerald»
respectivamente, ninguna reseñada aquí y la segunda sin terminar), esta ha
compensado todas mis desilusiones y me ha dejado, sino eufórica —no porque no
me provocara dicho sentimiento, sino más bien, porque no era el caso de
experimentarlo—, sí pasmada de espanto y con la boca abierta.
¿Y ustedes? ¿Han navegado entre las
páginas de este libro? ¡Tecleen!
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