Datos del libro:
Título: El último Rey (Crónicas de la Atlántida #1)
Autor: Joaquín Londáiz Montiel
Género: Fantasía infantil
Editorial: Montena
Número de páginas: 443
ISBN: 978-84-8441-600-5
Sinopsis:
El misterioso halo que envuelve la luna es la señal de que el
caos y la oscuridad se ciernen sobre la Atlántida. Hasta ahora, el continente
ha permanecido oculto a los ojos humanos gracias a un poderoso escudo que está
a punto de romperse. Remigius Astropoulos, Botwinick Strafalarius y Archibald
Dagonakis, máximos representantes de los poderes atlantes, se enfrentan a una
situación desconcertante y sin precedentes. El rey Fedor IV ha desaparecido
justo cuando el ejército rebelde se dispone a invadir la Atlántida. ¿Acaso es
una casualidad? Mientras, en la Tierra, tres chicos -Tristán en Roma, Sophie en
Creta y Ibrahim en Egipto- descubrirán tres misteriosas cámaras que les
conducirán hasta el legendario continente... Y es que, aunque ellos no lo
saben, son los tres Elegidos...
Mi opinión:
Cuando comencé a leer este libro, tenía la idea de que el género
al que se enfocaba era literatura juvenil, así que en ocasiones tenía la
impresión de que los personajes no me encajaban. No obstante, el género en el
que está centrada la trama es «fantasía infantil» y, una vez supe esto, todas
las piezas me encajaron.
Del autor sabía que había escrito anteriormente una saga que,
según buenas cyberfuentes, era muy buena; sin embargo en cuanto leí el nombre
del escritor plasmado en este libro no lo relacioné. No fue sino hasta que
investigué específicamente sobre Montiel —tras terminar de leer este libro— que
me di cuenta de que hablábamos de un autor con una trayectoria recorrida.
Crónicas de la Atlántida es una historia que, como su nombre lo
anticipa, está centrada en el mítico continente perdido. Yo había estado
haciendo unas investigaciones acerca de dicho tema, ya que tenía ganas de
escribir una novela al respecto, pero después perdí el interés (o más bien,
captaron mi atención otras cosas), así que cuando vi el título de esta obra
renació mi pasión y curiosidad sobre la Atlántida, por lo que lo puse en la
lista inmediata de libros por leer.
La narración es bastante curiosa. Desconozco si se trate de un
patrón característico entre quienes escriben fantasía infantil, pero tuve la
impresión de estar leyendo a J.K. Rowling en sus comienzos. Los paisajes están
descritos de forma detallada, la mitología abunda por doquier, y eso atrapa más
al lector, sobre todo para quienes somos unos mitológicos compulsivos.
La trama parece ser bastante típica, un trío de adolescentes que
ha de salvar a la Atlántida de una invasión, mas el autor ha sabido marcar la
diferencia. Esta vez, los protagonistas no lucharán cuerpo a cuerpo con los
malos malosos —o al menos no en este primer tomo—, ni los buenos serán tan
santos, ni los elegidos podrán hacer magia a sus anchas. Sólo uno de ellos, que
es quien me ha caído mejor que los otros dos.
Al principio te da la sensación de estar viendo a Hermione (Sophie)
discutiendo con Ron (Tristán), pero hay uno que otro detalle que los distingue,
y es que a lo mejor Sophie es más noble que Hermione, mientras que Tristán es
todo un galán (cosa que Ron no es). La magia no se practica con varitas, se
realiza con amuletos o piedras que hay que recargar, de la misma forma que se
es mago no por traerlo desde el nacimiento, sino por haber sido picado por una
serpiente.
Todos estos datos, en conjunto con el final —que es infartante—
y la explicación acerca de cómo es que la Atlántida «aparentemente» desaparece,
es lo que dota de brillo y color a esta historia. Montiel ha sabido ingeniárselas,
ha distinguido a sus personajes de otros que ya han salido, creando una sopa
muy rica y que se logra paladear con gran gusto.
Lo que aprendí:
Una vez terminé de leer la novela, busqué en internet la opinión
que otros reseñadores han tenido y, curiosamente, no coincidí con muchos de
ellos. Gran parte de lectores/reseñadores no han quedado muy contentos con esta
obra, algunos porque no les parece el actuar de los protagonistas —el cual a mí
se me hizo muy coherente, sobre todo por la edad que tienen—, otros a los que
no les gusta ver tantas descripciones, etc, etc.
Entonces me pregunté: ¿qué pasa allí? ¿Será que uno como autor
no alcanza a cubrir las expectativas de los lectores actuales? ¿O es que las
descripciones/personalidades/las tramas de ahora son demasiado ligeras y por
eso, cuando uno viene con algo más gordo (y con esto me refiero a que trae más
descripciones, personalidades más complejas, tramas más reflexivas) no alcanzas
a llegar a la gente?
Pues ninguna de las dos teorías es la respuesta. Simple y
sencillamente, es que así como para gustos hay colores, también para gustos hay
libros. Creo que depende de lo que estés acostumbrado a leer, y no por eso las
obras son más o menos buenas. Eso no quita claro, que existan obras que dejan
mucho qué decir y que en realidad no aportan nada… y aún así quién sabe, siento
que si se le escarba, podríamos encontrar algo bueno en esos textos que a veces
tachamos como basura. No es fácil, lo sé, pero la cuestión aquí es que así como
somos buenos para encontrar las fallas de un texto, también debemos ser buenos
para encontrar sus virtudes. Dudo mucho que exista un libro al que no se le
pueda rescatar nada, aunque sea que tiene personajes bien sexys e irresistibles
=P
¿Y ustedes? ¿Se han puesto el reto de buscarle lo bueno a la
mancha negra? ¡Tecleen!
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¡ESCRIBE TU COMENTARIO!