Bien —Itza hace crujir los nudillos de sus manos—, damas y
caballeros, que comience la masacre digo el apoyo y difusión a autores
publicados en la red. Nah, saben que no suelo ser ofensiva, aunque sí directa y
a las letras cuando ando inspirada. Y hoy, abriremos este espacio con una
crítica de este estilo: duro y a las letras.
Insisto, las casualidades, sobre todo las casualidades
literarias que suelen acontecerme, son las más deliciosas y exquisitas que he
vivido.
Así fue como conocí a Andrea Poulain, también conocida como Nea
Poulain en Potterfics. Fue de esas cosas graciosas, porque en realidad yo ya la
había leído antes, con un texto con el que participó en el concurso de
Halloween de este año, titulado «Hambre desesperada». Yo no tenía idea que ella
lo había escrito, la verdad es que cuando leo y doy mi opinión lo hago
basándome en el texto, no en el autor.
El caso es que me topé con esta autora —ojo,, digo la autora,
porque está claro que sus textos y yo ya nos habíamos encontrado— a través de
twitter, y a donde primero fui a dar fue a su blog, en donde veía que había
publicado en la red varios textos originales, además de claro formar parte de
la enooooorme familia que somos en PF. Vi también que hace buenas reseñas de
libros pero sobre todo, vi un texto que me llamó la atención: dulce soledad.
Datos:
Dulce soledad
Autor: Andrea Poulain.
Primera edición: julio de 2012
Diseño de portada: Andrea Poulain
Diseño y maquetación: Andrea Poulain.
Sinopsis:
Dulce soledad es una silenciosa declaración de amor al tiempo
que es un discurso apasionado en apoyo al colectivo LGTB. La protagonista desea
que la vean como una persona normal, común y corriente, mientras hace una
declaración de amor imposible.
Mi opinión:
El texto está narrado en primera persona. Curiosa ironía la mía,
de veras, porque aparte de ser mala para escribir en este tiempo, no soy muy
fan del mismo, pero últimamente los textos que me han cautivado en estos
últimos días han sido de este estilo.
Y es que hablando de estilos, el de esta autora es bastante
peculiar. Se nota su propia huella impreso en él: es elegante, casi poético, sutil
como un pañuelo de seda, pero también muy ameno, tanto que puedes visualizar a
la protagonista ahí donde te la ponga.
No obstante, lo más importante, es el centro del relato. Y es
que la trama que sostiene a esta obra es una relación lésbica y, en serio, no
tengo nada en contra de estas, incluso tengo varios amigos y amigas
homosexuales, pero jamás, y créanme cuando digo jamás, me había topado con un
texto de este tipo que me llegara hasta la médula. No sé a qué se deba, pero
hasta la fecha relato yuri/yaoi que leía, relato que me hacía hacer una mueca o
bien quedarme sin manifestar absolutamente nada.
Tal vez es que me había topado con textos demasiado burdos, de
esos que en vez de hacerte estremecer te hacen dar arcadas; no lo sé, lo que sí
les puedo decir es que Andrea Poulain ha logrado que vea a ambas protagonistas,
una de ellas más enamorada que la otra, locamente enamorada, debo decir.
Asimismo ha logrado contagiarme su melancolía, y reflexionar sobre esta
situación de la homosexualidad que, si bien es cierto que hoy en día tienen
mayor libertad de expresión, las lesbianas aún tienen que luchar mucho, tanto
por atreverse a declarar su amor a su chica como a andar por la calle con esta,
sin que la gente se aleje como si fuesen una plaga.
Otra cosa a resaltar es el lenguaje que Nea utiliza, y es que
hace uso de varios modismos, sobre todo palabrotas mexicanas. A mí me gusta ver
estos distintivos en los textos, es como si le vieras las pecas a un niño o el
color castaño con mechas doradas que tiene en el pelo; la cosa es cuando se
abusa y nos hace quedar en mal a nosotros los mexicanos. Sí, es cierto, no
somos un pan de Merlín y nuestro vocabulario puede llegar a ser bastante
florido, pero me choca cuando la gente se piensa que sólo hablamos con
palabrotas, todo porque en las películas mexicanas así nos pintan ¬¬ Andrea
Poulain logra el perfecto equilibrio en este sentido, de tal forma que quien
sea extranjero no tendrá problemas a la hora de leer el texto —y con esto me
refiero a que luego se ponen tantos modismos que uno no entiende ni j de lo que
está escrito— pero también, se dará cuenta que la pluma que lo escribió es de
México.
Lo que me mortificó fue la redundancia. ¿En qué parte? En donde
la protagonista dice que no entiende nada de física. Lo remarca tanto que llega
un punto en donde una dice: «sí, mija, ya entendí que la física no se te da y
que te quedas con cara de signos de interrogación cada vez que ella
habla/escribe del tema, pero deja de repetírmelo o vas a marearme». Incluso,
esta redundancia puede cansar o peor: quitarle romanticismo al relato.
Por ahí vi un dedazo (sí, sólo UNO, así de meticulosa me puse),
y el «a veces» repetido más de una vez, lo que puede ser un arma de doble filo,
ya que como le puede dar cierta tonada rítmica al relato, también te hace
pensar si no sonaría mejor con un sinónimo, al menos en uno de los momentos en
los que aparece, ya que tanto y tanto me hizo preguntarme si no había leído ese
párrafo antes.
Tengo entendido que Andrea Poulain tiene escritos varios poemas,
de ahí debe venir esa armonía en su prosa romántica; una prosa que recomiendo
para aquellos que degustan de letras dulces con una taza de café —o como en mi
caso, un vaso de coca-cola— en una tarde lluviosa. Creo que si no se da por
vencida, esta chica podría llegar lejos, tengo curiosidad por saber qué género
escribiría tratándose de una novela ya que, como dije antes, en Potterfics la
leí con un texto de horror.
¿La han leído alguna vez? ¿Están interesados en probar sus
letras? Aquí les dejo los enlaces, el primero a su blog y el segundo a su
perfil en Potterfics:
(Aquí pueden encontrar «Dulce soledad»)
(Aquí pueden encontrar «Hambre desesperada», que es el texto de
horror con el que participó en el concurso de Halloween de Potterfics en el
2012)
¡Anímense a leerla, no se arrepentirán!
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