Hoy vengo con algo de esta estupenda cantante italiana: Laura
Pausini. Yo soy una fan empedernida de esta mujer, y es que me fascina su
música tanto en su versión en español como en italiano. Tal vez la mayoría no
conozca la pieza que hoy he subido de ella, pero es que esta canción se presta
a la perfección con lo que a continuación les voy a narrar.
Resulta que estaba yo la noche antes de navidad cuando por
casualidad, escuché la conversación de dos niños, ella más grande que él y
también, de mucha mejor situación económica.
—¿A ti qué te ha
traído Santa Claus? —le preguntó la niña al otro.
—Nada —respondió él
con naturalidad, como si entendiese a la perfección que aquella navidad Santa
había estado muy ocupado haciendo regalos y no le dio tiempo de hacer el suyo—.
¿Y a ti?
Creerán que se me encogió el estómago por el hecho de que el
niño no tuviese un regalo de navidad. Pero no, lo que me pasó fue que se me
dibujó una sonrisa en los labios, una enorme sonrisa acompañada de una cálida
sensación en el pecho. Y es que ese pequeño no estaba triste por no tener un
regalo de navidad. Poco le faltó para decir: «¿qué más da si me trajo o no? ¿A
ti qué te trajo? Seguro que el año que viene me toca algo…».
Y entonces me hice la pregunta: realmente se necesita de los
regalos para que sea navidad? ¿Por qué rayos les vendemos esa idea a los niños?
La navidad no la hacen los regalos, la hace la unidad, la alegría de saberte
vivo y en compañía de seres queridos. A lo mejor ya no están todos los que
quisiéramos, a lo mejor no tenemos una súper cena para degustar, pero estamos
los que estamos, los que debemos estar y eso debería bastarnos, debería
hacernos sonreír tan o más ampliamente de lo que sonrió ese pequeño esa noche.
Fue la cosa más hermosa, se los juro, fue el mejor regalo que yo pude recibir.
Por eso hoy les traigo esta canción, para que la lleven no en un
reproductor de música, sino en lo más hondo de su ser y la tengan presente
durante todo este año. Hagamos un propósito que valga: hagámonos la promesa de
que este año seremos mejores personas, seremos mejor mundo y nos preocuparemos
por lograr que el de al lado componga una sonrisa. No es tan difícil, hacer que
alguien sonría en el día. No nos vayamos a dormir sin lograr esto: arrancarle
una sonrisa a alguien en el transcurso de la mañana.
¿Y tú? ¿Cuál fue el mejor regalo de navidad que pudiste recibir?
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