BENBENUTO

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Que tu estancia aquí sea placentera, y que mis letras logren llevarte a la reflexión, al análisis pero sobre todo, que te sirvan de aliento, de consuelo y apoyo. No estás solo, escritor novel. Yo camino a tu lado, hoy y siempre.

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sábado, 13 de agosto de 2011

SOBRE BETEAR UNA NOVELA


¡Hola gente del ciberespacio!

Al fin, estoy que publico esta entrada desde hacía semanas, pero por una u otra razón no pude hacerlo. Pero antes de que nos adentremos en el tema que anuncia el título del artículo, haré varios anuncios.

Caligrama ha lanzado su convocatoria anual, a la cual los invito a participar:




Esta vez, me abstendré de entrar a concursos, al menos hasta el mes de enero. Quiero descansar un poco de reglas gramaticales, ortográficas y bueno, todas esas cosas serias. Seguiré escribiendo, sí, pero con calma, sin exigirme ni presionarme demasiado. ¡No sufran! No bajaré la calidad de mis escritos —que no es perfecta, pero digo yo que sí aceptable—, sólo quiero tomarme unas vacaciones con respecto a concursos y editoriales. De hecho, todavía me falta saber los resultados de los dos últimos concursos a los que entré.



Ahora sí, entremos de lleno en el tema.

Qué bonito es cuando se ha terminado de escribir una novela. ¡Sí! Ese montón de páginas que han salido de nuestra cabeza, del capricho de nuestros personajes; mecanografiadas durante noches en vela, tiempos libres o quizás, entre trabajo y vida cotidiana. Ahí están, esas doscientas o más páginas, contando una magnífica y bien estructurada historia.

O al menos, eso creemos nosotros.

Pero cuidado, porque si un editor llega a ver ese trabajo, seguro nos pateará el trasero —muy amablemente, ya saben que las editoriales y agentes llevan la educación por delante—, tal y como me ha pasado a mí los últimos años. Y es que en esos momentos y en los que vendrán, hay que ser honestos; uno está más ciego que alguien tuerto.

¿Entonces qué? ¿Hay que revisarlo y corregirlo?

Creo que la pregunta suena algo obvia, pero lo cierto es que no. No, amigo escritor, lo que debes hacer es guardar esa novela y olvidarte de ella por varios meses (Sí, leyeron bien, MESES) porque seguramente, si le aplicas cualquier tipo de revisión/corrección, terminará siendo infructuosa. Escribe otros textos, asiste a más talleres, concursos, etc. Pero hagas lo que hagas, no toques ni de broma esa novela. No la leas ni para relajarte, no pienses en ella si puedes. Sal; ve películas, escucha música, lee a otros autores. Después de al menos seis meses, estarás lo bastante lúcido y desencantado como para poner manos a la obra.

Mas antes de que tomes ese manuscrito, medita varias cuestiones:



·        ¿Es verdaderamente ese libro algo novedoso? ¿O es la clásica historia que se vende en el mercado? Es verdad que las editoriales buscan contratar a alguien que escriba lo que está de moda, pero nunca está de más tener ese plus que te diferenciará del montón.

·        Has dejado de ser un escritor. Ahora, eres un editor cruel, un crítico literario de esos que gozan el humillar a los autores. Sarcástico, odioso, de esos que se fijan en todo y a todo le encuentran una falla. Es importante que te metas esto en la cabeza, porque la gracia de vetear/corregir una novela es no tenerle compasión al texto, o de lo contrario no servirá.

·        Busca ayuda de alguien más. Alguien en quien confíes, sí, pero que pueda volverse tan o más despiadado que tú a la hora de marcar los horrores del texto. No te fíes de ti mismo, que eres el padre de esa creación y por consecuente le tendrás piedad y cariño.

·        Lee tus notas, repasa todo lo que sabes de gramática, ortografía y estilo, porque lo vas a necesitar.



Ahora sí, saca tu texto.



·        Primera revisión: dedícate a corregir ortografía, gramática y puntuación. Lo que yo hago en esta primera etapa es seleccionar el primer capítulo, copiarlo y pegarlo en un documento en blanco. Así la cantidad de hojas a revisar se me hace menos —suena tonto, pero créanme, saber que apenas llevas cincuenta hojas de doscientas es deprimente. Por el contrario, es más llevadero si ves que has corregido seis de doce—. En cuanto termino, reemplazo el capítulo original por el corregido y lo pego de vuelta en la novela, para repetir el proceso con cada uno de los capítulos restantes, hasta acabar el manuscrito o al menos, la mitad de éste.

·        Segunda revisión: sobre los capítulos corregidos en la primera etapa, identifica las palabras que se repiten con frecuencia y crea una lista a guardar con ellas. Vuelve a separar capítulo por capítulo y, con ayuda de la herramienta «buscar» (ctrl + B) de Word, verifica que las palabras de la lista no se repitan más de tres veces en cada capítulo, teniendo en cuenta qué tipo de palabra sea (por ejemplo, si hablamos de un artículo, es obvio que se va a repetir un montón de veces) Recuerda que esta revisión debes hacerla sobre los capítulos que han pasado la primera, ya que de lo contrario no dará resultado.

Nota: te recomiendo tener a mano un diccionario de sinónimos.

·        Tercera revisión: la trama. Aquí es casi obligatorio que alguien te ayude. Como autor de la obra lo sabes todo y nada te sorprende, por lo que es probable que te brinques detalles, que no veas fallas en la misma. En mi caso, son mis tres hermanos los más fuertes críticos y, cada uno suele encontrarle huecos diferentes a mis novelas que debo rellenar con calma. Sé fuerte pero humilde, porque es esta la etapa más dura hablando emocionalmente, ya que se llegan a quitar escenas completas, incluso capítulos; de igual forma me ha ocurrido que debo inventar nuevas situaciones, mejorar otras tantas.

·        Fermentación de la historia: ¿creíste que estaba lista? Pues no, todavía no lo está. Tienes que guardarla, dejarla reposar y olvidarte de ella al menos un mes. Sí, otro mes. Esto quiere decir que, como seguro ya te diste cuenta, corregir una novela no es cosa sencilla. Al cabo del mes, has de repetir tooooodo el proceso anterior.



¿Cuántas veces hay que hacer esto? No lo sé, eso sólo lo decidirás tú. Cabe señalar que yo soy una obsesiva compulsiva y perfeccionista, creo que he revisado mi novela más de cinco veces. El detalle es que mis revisiones primeras bueno, no eran tan intensas, ni siquiera llevaron este proceso, como tampoco yo tenía la experiencia y conocimientos que tengo ahora. Esta última que hicimos nos ha llevado alrededor de mes y medio más o menos, y sé que aún le falta demasiado. Sólo dejaré en claro una cosa: no me he rendido, voy a seguir tocando puertas, pero necesito un respiro, necesito asegurarme de que mi material será lo menos rechazado posible. Como dicen por ahí: «quedarse quieto y no hacer nada son dos cosas diferentes»; yo sólo haré la primera ;-)

Saludos a todos, ¡nos estaremos leyendo!

1 comentario:

  1. me encanta q sigas luchando con la misma fuerza q al principio!!!!!!!
    corrige los textos...para q te publiquen y asi lo leamos todos!"!!!!!ya sabes que un libro fijo q lo vendes, porq yo me hare con el cueste lo q cueste!!!!
    bss
    karol

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