Reseña: «Paciente cero», de Jonathan Maberry

Datos:

Título del libro: Paciente cero.

Autor: Jonathan Maberry.

Año de publicación: 2011.

Número de páginas: 381 págs.

Sinopsis:

Lunes, 13.00 horas. Joe Ledger mata al terrorista Javad Mustapha, alias el Paciente Cero, con dos tiros de su Glock 45.

Miércoles, 08.00 horas: el Paciente Cero regresa de entre los muertos. Cuando tienes que matar al mismo terrorista dos veces la misma semana, o bien falla algo en tus aptitudes o el mundo se ha vuelto loco… y las aptitudes de Joe Ledger están perfectamente.

Ledger es reclutado por el Gobierno para dirigir un nuevo grupo de respuesta rápida ultrasecreto llamado Departamento de Ciencia Militar (dcm) para ayudarlos a evitar que un grupo de terroristas active una terrible arma biológica que tiene la capacidad de convertir a la gente normal en zombis.

Mi opinión:

Y seguimos con las reseñas de los no muertos.

La serie de novelas de zombies que he escogido para leer no lo han hecho porque sí, sino porque en la red son las que más se mencionan. Con «Septiembre Zombie» tuve una cucharada de los zombies tradicionales, sin dejar de lado el ingenio del autor que ha agregado su propia dosis de imaginación al asunto para hacer de ese libro algo novedoso.

Sin embargo, creo que «Paciente cero» no debería ser catalogada como una novela de zombies. Ñañesca. Sí que hay no muertos en ella, pero hay que tener cuidado, porque si uno va con la idea de ver un apocalipsis Zombie en estas páginas, se va a llevar una gran decepción.

¿Y yo qué? ¿Me he decepcionado? Para nada. Pero no nos adelantemos.

La narración del libro se va alternando entre la primera y la tercera persona, contando la visión del protagonista y de los villanos. Y aunque muchos puedan pensar que esto no tiene nada del otro mundo, lo cierto es que Maberry hace que se note la diferencia entre los dos saltos. Hacer que cada personaje tenga su propio tono —ni hablar del narrador— tiene su gracia, y este autor logra el cambio de forma espectacular, para lo cual no me queda más que quitarme el sombrero. Lo único en lo que sí lanzaría una advertencia, más para los lectores que para el autor —quien dudo que lea mi reseña jajajaja—, es en las descripciones. En los últimos tiempos la gente está acostumbrada a las descripciones ligeras, y «Paciente cero» no las tiene. Eso sí, todas y cada una de las descripciones tienen su razón de ser, tocando desde la indumentaria de los personajes, sus emociones —muy bien manejadas, por cierto—, armamento, entornos y hasta aspectos médicos.

Los personajes son una gozada. El protagonista es todo un caso, en general, los cuatro personajes que forman el equipo de Ledger son increíbles, cada uno con su sello personal, valientes, sí, pero también muy humanos, «cagándose de miedo» ante las situaciones que enfrentan, y esto a mí en lo personal me chifla. No que los personajes se mueran de miedo —bueno, también, a veces xD—, me refiero que pese a que pertenecen a distintas áreas de la milicia, no por ello pierden insensibilidad. Siempre he creído que los militares son como los psicólogos, aunque lleven años de entrenamiento para manejar emociones no implica que no las sientan en algún momento, y Maberry lo expresa aquí divinamente.

La trama…bueno, tengo que admitir que al principio se me hizo un poco lenta, pero tras las escenas introductorias, simplemente no pude soltar el libro. Las escenas de acción son para que te comas las uñas, no, para que se te salga el corazón por la boca. En más de una ocasión me descubrí a mí misma exclamando: « ¡Noooooo!», y Merlín sabe que se me encogía el corazón en algunas partes, en otras estuve pegando de brincos por la ansiedad y en otras, me estremecía la locura y fanatismo de los malos malosos. Ha sido una cosa de lo más impresionante y satisfactoria.

¿Que si lo recomiendo? Cien por ciento. Tal vez no sea un apocalipsis Zombie, pero hay acción a chorros, momentos de infarto, sangre por todas partes, miembros volando, explosivos, suspenso y claro, gente rabiosa queriendo morder a otra. Una ingeniosa mezcla que sin dudas, los mantendrá pegados a las páginas.

Y ya saben, dudas, comentarios o reseñas, ¡tecleen que yo los leo!