Datos:
Título del libro: Féyzlim en el País de las
Quimeras.
Saga: Memorias del otro lado #1
Autora: Julia Pons Montoro.
Editorial: autopublicado.
ISBN: 9781497480896
Número de páginas: 96.
Sinopsis:
Al principio de los tiempos los innumerables
Reinos Mágicos se encontraban unidos y en equilibrio. Entonces llegó el misterioso
Tejedor de Engaños y provocó la Gran Caída, un cataclismo que hizo que la
Dimensión Mortal -nuestro mundo- se separara de los demás Reinos. Fue así como
los humanos olvidamos de dónde procedemos. Muchos siglos más tarde nace
Féyzlim, una fábezmik, creada a partir de sueños cumplidos. Desafortunadamente,
no tardarán en robarle a su mejor amiga: su sombra. Para poder recuperarla, se
verá envuelta en un largo y peligroso viaje en el que descubrirá mucho más de
lo que creía saber sobre el fascinante mundo que la rodea.
Mi opinión:
Primeramente, he de admitir que me ha costado
un montón terminar este libro. Pero ojo, no fue porque sea malo, ha sido una cosa
enteramente mía y que me pasa por primera vez, al menos de forma tan marcada.
Antes de hablarles de la novela, me gustaría
aclarar que es un libro infantil. Y ese fue mi gran error, no preguntar a qué
género pertenecía la obra. No tengo nada en contra de los libros infantiles, yo
misma suelo ser muy infantil —en el buen sentido de la palabra— en muchas ocasiones,
incluso mis propios personajes pecan de ser infantiles a pesar de la edad que
tienen, pero la cosa aquí es que yo traía detrás una larga lista de lecturas
distópicas, crudas y llenas de sangre, y cuando abrí este libro fue como que un
choque colosal: del horror, la tragedia y el caos pasé a un mundo a lo más puro
Disney, con un millón de colores y personajes sonrientes. Así que necesité
dejar enfriar mi cabeza y cambiar completamente de perspectiva para poder
emitir una opinión justa sobre este libro.
Y aquí va:
Si hay algo que debo aplaudirle a la autora es
su impecable narrativa. Es cierto, al principio no indagué el género de la
obra, pero el sólo tono de la misma te hace darte cuenta que es un texto para
un público más peque, y eso es increíble. ¿Por qué? Pues porque me he sentido
como una niña a la que le cuentan cuentos antes de dormir. La novela tiene un
tono dulce, casi maternal, inocente en todos los sentidos, además de la
impecable ortografía, tal vez se escapase por ahí uno que otro dedazo, pero la
verdad, poco puedo quejarme al respecto. Las descripciones son sumamente
detalladas, llenas de magia y colores, logrando que te imagines con total claridad
el mundo que te presenta. A mí en lo personal me ha fascinado la descripción de
las chimeneas, ha sido todo un espectáculo imaginativo xD
Los personajes no se quedan atrás. Admito que
la protagonista —y su especie en general— me ha recordado muchísimo a Tinker
Bell, pero los personajes que la rodean me han parecido sumamente originales,
he adorado a la abejita y a pesar de que odio los bichos, me dieron ganas de
tener una de esas =P
Sobre la trama, me ha parecido bien para el número
de páginas y teniendo en cuenta que es un libro para niños, aunque creo que se
podrían haber alargado algunos puntos, hubo escenas que me parecieron muy
resumidas y otras en las que los personajes lo tuvieron demasiado fácil para mi
gusto, pero esto es algo muy personal, sobre todo porque yo soy una maldita y
me gusta hacer sufrir a mis personajes jojojo. La única recomendación “seria”
que haría al respecto es cuidar por ahí algunas cosillas, como que hay partes donde
la protagonista parece estar bien informada sobre su entorno, lo que no cuadra
cuando más adelante se muestra ignorante ante otros hechos. Si acaba de nacer,
debería ser completamente ignorante, ¿no? Vale, es un libro para niños, pero es
que los niños de ahora son súper observadores y quisquillosos.
¿Recomiendo este libro? Por supuesto, sobre
todo si quieres algo lleno de colores y con valores y lindas y antiguas
enseñanzas que hoy por hoy, parece haberse perdido. Y sin ánimos de ofender,
creo que si Disney fuera listo, contactaría a la autora para volver la obra una
película, porque la verdad merece la pena. No cualquiera demuestra tener tanta
imaginación y además, transmitir mensajes tan significativos.
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